La Audiencia de Las Palmas confirma sentencia por imprudencia grave profesional en caso de lesiones irreversibles en nacimiento.
En un caso que ha conmocionado a la opinión pública, la Audiencia de Las Palmas ha confirmado la sentencia que reconoció la existencia de imprudencia grave profesional por parte de una matrona en el nacimiento de un bebé con lesiones irreversibles en Fuerteventura en 2008.
La sentencia impuso cuatro meses de cárcel a la acusada y estableció una pensión anual y vitalicia de 25.000 euros para la afectada, así como una indemnización por daños y perjuicios de 3.090.436 euros.
El fallo detalla que la niña, en la actualidad de 14 años, padece de parálisis cerebral infantil tipo tetraperesia espástica, lo que le impide llevar una vida independiente y requiere asistencia permanente para todas las actividades de la vida diaria. La sentencia describe la necesidad de una persona a su lado las 24 horas del día, así como la pérdida total de autonomía física, intelectual y sensorial.
Desde Neurolegal, consideramos que esta sentencia de 2022 pone de manifiesto la importancia crucial del cumplimiento riguroso de los protocolos y estándares profesionales en el ámbito de la atención médica, especialmente en situaciones tan delicadas como el proceso de parto. La falta de diligencia y el incumplimiento de los procedimientos establecidos pueden tener consecuencias devastadoras para los pacientes y sus familias, como lo demuestra este caso.
El tribunal expresó que la actuación de la matrona, al no seguir el protocolo necesario y al no actuar conforme al rango de conocimiento que se le exigía, potenció claramente la probabilidad de que se produjera el resultado dañoso. La resolución destaca la dejadez y falta de diligencia profesional de la matrona en el seguimiento del proceso de parto inducido, lo que incrementó potencialmente el riesgo y la probabilidad del resultado dañoso sufrido por la niña.
En Neurolegal consideramos que esta sentencia envía un mensaje contundente sobre la importancia del cumplimiento riguroso de las obligaciones profesionales en el ámbito de la salud, así como sobre la necesidad de establecer medidas reparadoras adecuadas para las víctimas de negligencia médica.
Esperamos que este caso sirva como recordatorio para todos los profesionales de la salud sobre la importancia crítica de su labor y el impacto directo que sus acciones tienen en la vida y el bienestar de los pacientes. La confianza y la seguridad en el sistema de atención médica dependen en gran medida del compromiso ético y profesional de quienes trabajan en él.
En última instancia, nuestra solidaridad y apoyo están con la familia afectada por esta trágica situación. Confiamos en que las medidas establecidas por la justicia contribuirán a mitigar en cierta medida el sufrimiento causado y a garantizar una atención adecuada para la afectada en el futuro.
Como sociedad, debemos seguir trabajando para fortalecer los sistemas de salud, promover una cultura de seguridad y responsabilidad en la práctica médica, y garantizar que casos como este no se repitan. La protección de la salud y los derechos de los pacientes debe ser una prioridad absoluta, y todos tenemos un papel que desempeñar en su consecución.
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