Discapacidad e incapacidad son conceptos que se refieren a ámbitos diferentes, con diferente normativa y que frecuentemente se confunden.
La incapacidad
Cuando hablamos de incapacidad nos referimos al ámbito laboral; las capacidades de una persona para desarrollar un determinado trabajo o actividad. La incapacidad puede reconocerse por enfermedad o accidente y genera derecho a prestaciones de la Seguridad Social.
Grados:
Incapacidad permanente parcial: Aquella situación del trabajador cuyas dolencias no le hacen imposible seguir trabajando en su puesto pero le provocan una disminución en su rendimiento normal para dicha profesión, es decir, puede trabajar pero con mayor gravosidad.
Incapacidad permanente total: Situación donde las secuelas inhabilitan al trabajador para la realización de todas o de las fundamentales tareas de su profesión, siempre que pueda dedicarse a otra distinta.
Incapacidad permanente absoluta: La que inhabilita por completo al trabajador para toda profesión u oficio.
Gran invalidez: La situación del trabajador afecto de incapacidad permanente pero que además necesite la asistencia de otra persona para los actos más esenciales de la vida, tales como vestirse, desplazarse, comer o análogos.
La discapacidad
La discapacidad se refiere al ámbito personal y social de la persona, engloba, digamos, un aspecto más abierto que lo laboral.
Cuando hablamos de discapacidad hablamos de que las posibilidades de integración educativa, laboral o social se encuentran disminuidas como consecuencia de una deficiencia física, psíquica o sensorial.
Cualquier persona que tenga esta situación, trabaje o no y por tanto esté o no integrada en alguno de los regímenes de la Seguridad Social, puede solicitar el reconocimiento de una discapacidad ante órgano competente de la Comunidad Autónoma.
Cuando se concede un grado de discapacidad superior o igual al 33%, en aplicación de los baremos, se conceden una serie de beneficios fiscales y de ayudas y a partir de un grado igual o superior al 65% se puede acceder a otro tipo de prestaciones como la pensión del nivel no contributivo.
La dependencia
La dependencia es la situación permanente en la que se encuentran las personas que por diversas causas (edad, enfermedad, etc.) y que han perdido parte o toda su autonomía física, mental, intelectual o sensorial y necesitan de la ayuda de otra persona para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
La valoración del grado de dependencia y los cuidados de las personas con dependencia quedan a cargo de las Comunidades Autónomas.
Dependencia y discapacidad son también distintos conceptos, pues una persona con discapacidad no tiene por qué estar en situación de dependencia.
Igualmente dependencia no tiene que ver nada con incapacidad: un trabajador al que se le otorga una pensión de incapacidad permanente porque no puede trabajar no tiene por qué ser dependiente.
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