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La Gran Invalidez en casos de Enfermedad de Alzheimer: Análisis de una Sentencia del TSJ de Castilla y León

La enfermedad de Alzheimer, una patología neurodegenerativa progresiva, plantea desafíos significativos no solo para los pacientes y sus familias, sino también para el sistema de seguridad social y los tribunales laborales. Un reciente fallo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, emitido el 28 de abril de 2023, ofrece una perspectiva importante sobre cómo se evalúa la gran invalidez en casos de Alzheimer avanzado.



El caso en cuestión involucra a una mujer que trabajaba como camarera, diagnosticada con enfermedad de Alzheimer en una etapa avanzada. La sentencia del TSJ de Castilla y León confirma la decisión del juzgado de instancia de reconocerle la condición de Gran Invalidez, rechazando el recurso que pretendía limitar el reconocimiento a una incapacidad permanente absoluta.


La paciente presentaba un cuadro clínico severo, con puntuaciones alarmantemente bajas en diversas áreas cognitivas según las escalas de evaluación estándar para el Alzheimer. Específicamente, se le asignaron las siguientes puntuaciones: 5 en orientación, 2 en fijación, 0 en atención y cálculo, 1 en memoria y 9 en lenguaje. Estas puntuaciones reflejan un deterioro cognitivo profundo, afectando prácticamente todas las áreas de funcionamiento mental.


Un aspecto crucial del caso es la dependencia total y absoluta que la paciente tiene de un tercero, en este caso, su marido. Esta dependencia no se limita a la asistencia en tareas cotidianas, sino que se extiende a la necesidad de supervisión constante para garantizar su integridad física. El tribunal subraya la importancia de este punto, destacando que la enfermedad ha progresado hasta una fase en la que la paciente requiere atención continua para su seguridad personal.

La sentencia se basa en varios elementos clave para justificar el reconocimiento de la gran invalidez:

  1. Severidad de los síntomas: Las bajas puntuaciones en las evaluaciones cognitivas demuestran un deterioro significativo en áreas fundamentales como la memoria, la atención y el cálculo.

  2. Dependencia total: Se enfatiza la necesidad de asistencia constante de un tercero, no solo para tareas diarias sino para garantizar la seguridad física de la paciente.

  3. Naturaleza progresiva de la enfermedad: El tribunal reconoce que el Alzheimer es una condición crónica y progresiva, lo que implica que el estado de la paciente no mejorará y probablemente empeorará con el tiempo.

  4. Informe médico de la sanidad pública: Se cita un informe que califica a la paciente como "dependiente total", respaldando la evaluación de gran invalidez.

  5. Valoración del juez de instancia: El TSJ respeta la competencia del juez de primera instancia para valorar la prueba, considerando que su evaluación no incurre en infracción legal.


Un punto interesante en la argumentación del tribunal es la distinción que hace entre "supervisión" y "ayuda". El recurso intentaba argumentar que la paciente solo necesitaba supervisión, no ayuda directa. Sin embargo, el tribunal rechaza esta distinción, señalando que la descripción del caso indica claramente la necesidad de atención constante para garantizar la integridad física de la paciente.


Esta sentencia tiene implicaciones significativas para casos similares de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Establece un precedente importante al reconocer que, en etapas avanzadas de estas enfermedades, la dependencia puede ser tan severa que justifique la clasificación de gran invalidez, incluso si el paciente no requiere asistencia física directa para todas las actividades de la vida diaria.


Además, el fallo subraya la importancia de considerar no solo el estado actual del paciente, sino también la naturaleza progresiva de la enfermedad. Esto es particularmente relevante en el caso del Alzheimer, donde el deterioro cognitivo es inevitable y generalmente rápido.


La decisión también pone de relieve el papel crucial de los cuidadores, en este caso el marido de la paciente, en el manejo de casos de Alzheimer avanzado. El reconocimiento de la gran invalidez no solo proporciona un mayor apoyo económico, sino que también valida la intensidad y constancia del cuidado requerido.


En conclusión, esta sentencia del TSJ de Castilla y León ofrece una interpretación comprensiva y humana de la gran invalidez en el contexto de enfermedades neurodegenerativas avanzadas. Reconoce la complejidad y severidad del Alzheimer en sus etapas tardías, y proporciona un marco legal que podría ser aplicable a casos similares en el futuro. Este enfoque no solo beneficia a los pacientes y sus familias, sino que también establece un estándar importante para la evaluación de la incapacidad en casos de enfermedades cognitivas progresivas.


 

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