Según el estudio "Coches seguros para todos. Análisis de la accidentalidad bajo una perspectiva de género (2012-2021)" realizado por la Fundación Línea Directa y la Universidad Pontificia Comillas revela importantes hallazgos sobre la seguridad vial y la incidencia de accidentes de tráfico en relación con el género.
Según este estudio, las mujeres que conducen tienen un 17% más de riesgo de morir en un accidente automovilístico en comparación con los hombres. Además, las conductoras tienen el doble de probabilidades de sufrir una lesión cerebral grave y casi un 50% más de posibilidades de sufrir una fractura craneal.
Una de las causas identificadas en el estudio es la dificultad que muchas mujeres enfrentan al no poder llegar adecuadamente a los pedales, lo que las obliga a acercarse demasiado al volante. Esta posición inadecuada aumenta significativamente la probabilidad de sufrir lesiones graves en el tórax, la cara y el cuello cuando se activa el airbag en caso de colisión.
Además, se destaca que el diseño del cinturón de seguridad actual favorece el efecto conocido como "submarining" en las conductoras. Este fenómeno se refiere al deslizamiento hacia abajo en el asiento durante una colisión, lo que puede provocar lesiones internas graves debido a la presión ejercida por la banda inferior del cinturón sobre el vientre. Además, el diseño del cinturón no tiene en cuenta las diferencias anatómicas del pecho femenino ni proporciona una protección adecuada para los hombros de las mujeres.
Otro aspecto preocupante revelado por el estudio es que tradicionalmente, el cuerpo femenino no ha sido considerado en los crash test. Las pruebas de impacto se han basado principalmente en dummies masculinos, con dos prototipos masculinos representando los percentiles 50 y 95, y uno femenino que representa solo el percentil 5, siendo una mera adaptación del cuerpo masculino.
Esta falta de representación adecuada del cuerpo femenino en las pruebas puede haber contribuido a la falta de atención a las necesidades específicas de seguridad de las mujeres en los vehículos.
El informe también señala que hay varias razones por las que los coches se han diseñado tradicionalmente para el hombre. Por un lado, hay más conductores hombres en general y conducen más kilómetros. Además, son los hombres quienes suelen tomar la decisión final de compra del automóvil. Estos factores pueden influir en los peores índices de accidentalidad registrados por los hombres. En la última década, el 90% de los fallecidos en accidentes de tráfico en España y el 85% de los heridos graves eran hombres.
El estudio también incluye datos de encuestas realizadas a automovilistas españoles, donde se revela que el 77% de ellos cree que todavía existen prejuicios contra las mujeres conductoras. Además, se observan diferencias regionales en esta percepción, siendo Extremadura, Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha las regiones donde se cree que existen más prejuicios, mientras que La Rioja, Madrid y Región de Murcia son las regiones donde se cree que existen menos.
Estos hallazgos resaltan la importancia de abordar las desigualdades de género en materia de seguridad vial y promover medidas para garantizar una conducción segura para todos, independientemente del género. Es fundamental que se realicen mejoras en el diseño y la adaptación de los sistemas de seguridad en los vehículos para garantizar una protección adecuada tanto para hombres como para mujeres.